Las
creencias son filtros por donde vemos e
interpretamos el mundo según nuestra historia de vida y nuestras experiencias,
tanto reales como imaginadas. Así mismo, una creencia puede convertirse en un
potenciador o limitador para lograr vivir de la manera que quieres.
¿Cuántas
veces has sentido que existen sombras que te detiene para conseguir
realmente lo que deseas? Te has puesto metas y siempre pasa algo que naturalmente no te permite
alcanzarlas. No te alarmes, esas sombras
están conformadas por varios factores pero una buena parte está formada por
creencias limitantes.
Las
creencias limitantes son aquellas que coartan nuestro potencial y son un
obstáculo para alcanzar nuestras metas. Aunque
por lo general se forman durante nuestra niñez o a lo largo de nuestra vida, no
siempre es así, ya que las creencias también pueden estar formadas de manera
virtual por nuestro pensamiento o nuestra imaginación.
Desde
un punto de vista fisiológico la zona pre-frontal pierde riego sanguíneo cuando
estamos afectados por las creencias limitantes. Se produce una interferencia en nuestras
funciones básicas cerebrales, que muchas veces llamamos bloqueos
De
esta manera surge una pregunta muy interesante: ¿cómo afectan las creencias
limitantes al emprendedor?
Pero
antes de contestar a este interrogante, tenemos, según Wikipedia, que un
emprendedor es una persona que enfrenta, con resolución, acciones difíciles. Específicamente en el campo de la economía,
negocios o finanzas, es aquel individuo que está dispuesto a asumir un riesgo
económico o de otra índole. Desde este punto de vista, el término se refiere a
quien identifica una oportunidad de negocio y organiza los recursos necesarios
para ponerla en marcha.
Los
seres humanos estamos cargados de creencias que impiden y bloquean nuestras
acciones, ya sea por nuestra propia experiencia o aprendizaje como por la
capacidad de nuestro cerebro para crear situaciones. Estas creaciones de
nuestra mente pueden estar fundamentadas en vivencias reales del mundo que le
rodea, como la vida de alguien que conocemos, o bien en películas, cuentos,
historias, anécdotas... y cualquier elemento susceptible de alimentar nuestros
miedos y temores, ideas o creencias.
Podemos
localizar o identificar esas creencias que nos limitan a emprender.
Para
localizar nuestras creencias limitantes podemos hacernos preguntas como:
•
¿Cuál es la causa de que no pueda tener mi propio negocio? ¿Cuál es la
causa de que aun cuando tengo buenas ideas no puedo llevar a la práctica o a un
papel ninguna? ¿Cuál es la causa de que no tenga dinero? A lo que nos podemos responder,
por ejemplo: porque siempre tiendo a dejar todo a mitad del camino, o porque
todos los hombres/mujeres tienen pánico a la crítica o al éxito, o porque en mi
familia nadie se hace rico o los ricos están completos. Ya tenemos aquí tres ejemplos
de creencias limitantes.
•
¿Qué significa para mi…? Siguiendo con los ejemplos de antes, nos
preguntaríamos: ¿qué significa para mí no ser mi propio jefe, qué significa
para mí ser exitoso y valiente, o no ganar dinero? Quizás todo eso es una
ratificación de que no somos merecedores de un negocio propio o es mucha
responsabilidad, o que no valemos lo suficiente, o que somos incapaces de
generar riqueza. De nuevo, ya hemos descubierto tres creencias limitantes
más...
•
¿Cuál es la finalidad de...? Y ¿qué pretendo obtener con...? Por ejemplo: ¿cuál
es la finalidad de tener mi propia empresa? Ser independiente. Luego la creencia
limitante sería si no tengo mi propia empresa, no soy libre o exitoso. O ¿cuál
es la finalidad de ganar dinero? Ser feliz. Luego la creencia limitante sería
si no tengo dinero, no soy feliz...
Otros
interrogantes que podemos formularnos son: ¿Qué ocurriría si… (Tengo mi propia
empresa, ejecuto mis ideas y las llevo a la acción y con ello tengo libertad
económica y financiera)? ¿Qué me lo impide? ¿Alguien de mi familia tiene esas
mismas creencias? ¿Cómo contribuyo yo a que pase aquello que me creo?
Por
eso podemos decir que nuestra mente está entrenada en la limitación y no en la
abundancia, y para poder emprender, el objetivo principal es generar
valor. Y no puede haber generación de
valor si nosotros pensamos que no podemos influir en cualquier circunstancia
por compleja que sea.
Para
terminar, les invito a que respondan a esta pregunta: ¿Cuál es el coste, físico, financiero,
familiar y emocional si sigues
manteniendo estas creencias o cualquier otra que haya venido a tu mente mientras leías este
artículo?
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