"Cuenta
una fábula India que había un ratón muy angustiado porque tenía miedo al gato;
un mago que se compadecía de él, lo convirtió en gato. Pero entonces comenzó a
tener miedo del perro y el mago lo convirtió en perro; éste empezó a tener
miedo de la pantera. El mago ya cansado de sus intentos por quitarle el miedo,
lo convirtió en ratón otra vez y le dijo: -Nada de lo que haga va a servirte de
ayuda porque siempre tendrás el corazón de un ratón-".
Cuando
leí este párrafo en internet recordé la cantidad de veces que he tratado de ser
distintas personas solo para enfrentarme al mismo problema, al miedo. Aún
cuando el miedo sirve para protegernos y garantizar nuestra evolución y
supervivencia, también neutraliza nuestro crecimiento y nuestro compromiso con
aquello que nos hemos propuesto o queremos llegar a ser.
El
miedo evolutivamente nos ha permitido llegar como especie hasta el día de hoy,
y podemos describir al éxito como una situación de triunfo o logro en la cual
la persona obtiene los resultados esperados y, por lo tanto, se encuentra
satisfecha en ese aspecto. Pero ¿qué sucede cuando mezclamos en un tubo de
ensayo miedo, creencias, y malas experiencias? El resultado no es más que un
veneno letal para nuestros sueños y proyectos.
Así
tenemos que el miedo al éxito es una condición psicológica caracterizada porque
la persona o personas, ante la contingencia de llegar alcanzar el éxito en un
proyecto o área determinada, realiza esfuerzos, conscientemente o no, para
evitar dicha posibilidad.
El
miedo al éxito se caracteriza principalmente porque pensamos que no seremos
capaces de conservar el estado de éxito, que en otras palabras es miedo al
fracaso. Miedo al rechazo de las personas que nos rodean por causa del propio
éxito y algo que es más triste, a no querer ser exitosos por creer no
merecerlo, por algún sentimiento de inferioridad o falta de autoconfianza.
Por
otro lado nos preguntaremos, ¿cuáles pueden ser las causas que hacen que sienta
miedo cuando quiero lograr algo? Por lo general tiende a remontarse a nuestra
niñez, por ejemplo hemos asociado el éxito a un trauma, con la pérdida de
privacidad o con el aumento de tensiones y sobre todo de responsabilidades. Así
mismo, comentarios negativos recurrentes que provocaron reducción de nuestra
autoestima, también, hemos sobrevalorado la palabra éxito inflándola de tal
manera que se convierte en un globo que puede explotar en nuestras manos.
Cuando
quise emprender mi primer proyecto recuerdo que recién entraba en la
universidad, pero pensé: “bueno todavía soy muy joven, más adelante será mejor época,
las cosas en la economía mejorarán y eso me favorecerán más. Así, las
posibilidades de fracaso serán menores”. Luego el tiempo pasó, y tras varios
intentos, el mismo comportamiento impidió que llevara a cabo tantos sueños como
intentos pudiera imaginar.
En
el día a día veo como muchas personas tratan de llevar a cabo sus proyectos
pero tienen miedo a ser reconocidos, criticados, referentes, etc. Y ustedes me
preguntarán cómo hice para vencer ese miedo; sólo puedo decir que actuando
según me dicta el corazón, eso es lo único que me ayuda a superar mis miedos. Cuando
creo que algo no me va a salir bien y que por eso puedo ser condenado o
criticado, me alegro, digo “¡Uau! Por fin soy exitoso.
José
Antonio Molina Mora
Coach
para emprendedores.
Para
escribir este artículo me apoyé en las siguientes referencias:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos podemos aprender de tus aportaciones. No dudes en participar con tus comentarios.